Ceremonia inaugural de Rusia 2018

El Universal
15/06/201800:00:58

El espectáculo tuvo al cantante británico Robbie Williams y a la soprano Aida Garifullina; después el presidente Vladimir Putin y el titular de la FIFA, Gianni Infantino, declararon inaugurada la competencia

Moscú, Rusia.—La fiesta inaugural del Mundial de Rusia-2018 comenzó este jueves en el estadio Luzhniki de Moscú sin grandes pompas pero con el plato fuerte de la actuación del cantante inglés Robbie Williams.
El popular intérprete arrancó la ceremonia media hora antes del inicio del primer encuentro del torneo entre el anfitrión Rusia y Arabia Saudí, por el Grupo A.
La aclamada soprano rusa Aida Garifullina es otra de las atracciones de una ceremonia con un marcado tono musical, a diferencia de otras fiestas inaugurales, más inclinadas a grandes coreografías. A continuación, el presidente ruso, Vladimir Putin, acompañado del titular de la FIFA, Gianni Infantino, declarará inaugurada la cita máxima que se extenderá hasta el 15 de julio.
Antes de que comenzara la ceremonia, el arquero Iker Casillas, capitán de la selección española que ganó el Mundial en 2010, se encargó de llevar el trofeo al césped del estadio Luzhniki. Le acompañó la modelo rusa Natalia Vodianova.

Robbie Williams
y su agridulce
actuación
El estadio majestuoso, la gente metida, gritando. La música a toda lo que da, llena de ritmo y vida. Los bailarines adornan el césped del estadio Lizhniki…
Entonces, ¿por qué Robbie Williams pintó dedo? El gesto obsceno del cantante inglés fue la nota agria de la ceremonia de inauguración de la Copa del Mundo de Rusia.
Una ceremonia con colorido, historia antigua, historia moderna, en la que Willimas no lo hizo mal… Hasta que hizo esa seña.
“Let me entertain you” golpeó al estadio para que se prendiera con sus notas musicales y bailara al ritmo de la escenografía, llena de alusiones al balón. Robbie Willimas, de 44 años, saltó al campo con mucha seguridad, dueño del césped, ocupándolo a todo lo ancho y largo. La canción hizo entrar al público que, desesperado por ver futbol, decidió aguantar un poco más, convencido de que el británico tenía mucho qué entregar.
El volumen disminuía, pero al mismo tiempo surgieron las notas de piano de “Feel”, adornado por el solfeo de la hermosa Aida Garifullina, soprano rusa quien apareció montando un gran pájaro de fuego. La voz de Garifullina adornó la melodía, pero donde el respetable explotó fue cuando ambos cantaron “Angels”. Las voces se acoplaron de forma excelente, el estilo pop de Williams no desmereció y la cantante rusa demostró que puede ser grande en todos los géneros.
Pero la polémica apareció. Cuando el momento romántico pasó, “Rock D.J.” inundó de nostalgia y movimiento el ambiente. Robbie Williamas, vestido de traje rojo y camisa negra, volvió a caminar por todo el césped, juguetón, seguro, soberbio, consciente de que él era el centro de todos y que todos lo miraban a él.
Entonces sucedió, de un momento a otro, Williams se acercó a una cámara. Sabía que lo estaban tomando, sabía que el mundo tenía su atención, 80 mil televidentes frente a él. Fue cuando de forma despreocupada pero directa, en forma natural pero desafiante, alzó el dedo medio de su mano izquierda (la britneyseñal) y lo ofreció a la cámara, para en seguida encoger los hombros y continuar con el espectáculo, hermoso y lleno de música y alegría, pero también de polémica, previo al primer encuentro en la cancha entre los equipos de Rusia yArabia Saudí.
¿Por qué hizo ese gesto Williams? Algunos dicen que fue por el trato que el gobierno ruso de Vladimir Putin, presente en la ceremonia de apertura, da a la comunidad lésbico-gay; algunos más por las tensiones políticas que hay entre ambos países por asuntos de espionaje, lo que propició que los integrantes de la monarquía británica hayan desdeñado acudir a la ceremonia inaugural, algo que anunció la primera ministra británica Theresa May en marzo pasado.
La conducta del artista se convirtió entonces en un debate en las redes sociales por la tensión entre Reino Unido y Rusia.
La verdad sólo WIlliams la sabe, pero Robbie también sabe que esa verdad se la puede llevar a su camerino, con su estilo desgarbado de chico travieso que le deja hacer lo que quiera, aunque habrá que esperar las consecuencias que esto desata. El Universal