17/08/201800:00:27

AMLO: el perfil de Gandhi

17/08/201800:00:27

Mis amables y leales lectores, hoy abordare el tema de la seguridad personal hacia el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, pero comenzaré sobre un concepto de legitimidad y de Estado de derecho como consecuencia de un proceso democrático.
Nos comenta el científico político italiano Guglielmo Ferrero que el objetivo principal de la legitimidad es dar explicaciones de las acciones de los gobiernos y asegurarse de que dichas explicaciones sean acogidas y reconocidas de manera pacífica. La legitimidad permite a los gobiernos evitar depender de la coerción y la violencia para imponer su voluntad y su mando. La relación del gobierno se basa en el reconocimiento por parte de los ciudadanos de que determinados individuos tienen el derecho moral a exigirles obediencia mientras que ellos, como respuesta, sienten el deber de obedecer. Cuando los gobernantes y los gobernados están de acuerdo en ese principio, el gobierno no ha de temer a sus ciudadanos (esa es la confianza que tiene AMLO frente al pueblo de México). Por el contrario, los gobiernos ilegítimos que carecen de credibilidad, confianza y acuerdo, se ven forzados a recurrir siempre a la violencia y la guerra (recordemos lo que escribió en 2012 el Dr. Diego Valadés “México está viviendo condiciones aflictivas con una lista de agobios muy extensa, incluye pobreza, desigualdad, violencia, corrupción y muchos otros síntomas que constatamos a diario y que denotan anomia”).
En cambio, hoy con AMLO se está dando una especial relación entre autoridad pública y los ciudadanos caracterizada por una ausencia de temor y de coerción. Dentro de poco tiempo iniciará su gobierno como presidente, el decidió ser protegido por 20 personas. Permítanme decirles que los presidentes de México están resguardados por un cuerpo de militares, integrados por 6,000 soldados que pertenecen al Estado Mayor Presidencial, con estudios, grados y con probada lealtad a los presidentes de México en funciones.
Sin embargo, AMLO me recuerda mucho el perfil de Mahatma Gandhi, sobre todo con la comunión que tenía Gandhi con su pueblo, él fue aquel líder que luchó por la independencia de la India, practicando la resistencia civil y desobediencia civil y a través del tiempo lo cambió por “Satyagraha” o “abrazo a la verdad”. Mahatma significa magnánimo, este hombre no le hizo daño a nadie, pero si afectó los grandes intereses de las empresas colonialistas inglesas que se habían instalado en el siglo XIX, hasta el año de su independencia en 1947, un año después fue asesinado mientras se dirigía a su habitual rezo.
Entendemos que el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, está afectando intereses internacionales y desde luego intereses nacionales, la mayoría del pueblo de México aplaude, pero está recibiendo un sistema de seguridad pública sumamente deficiente, anárquico y corrupto, y cuando digo está afectando intereses me refiero a la corrupción, el trabajador fantasma, el narcotráfico, el crimen organizado.
Preocupa cuando dice que lo cuidarán 20 personas y el pueblo, sí, todos lo cuidaremos, tengan la seguridad de que así va a ser, contra lo que no podemos cuidarlo es contra lo que no se está preparado, en cambio, si hay un sistema de seguridad establecido, leal como se ha demostrado en la historia de México, son nuestras Fuerzas Armadas y en este caso es el Estado Mayor Presidencial, está formado para proteger a los presidentes de la república. AMLO, dice el Dr. Joaquín González Ibáñez que el poeta Antonio Machado recogió el espíritu de la ilustración y de la autodeterminación en su verso “Hoy es siempre todavía/ Toda la vida es ahora”.