20/10/202023:49:04

Voto Duro

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Acto de protesta, apatía, rechazo al sistema de partidos y hasta “valemadrismo” en las primeras elecciones locales que se realizaron en México en medio de la pandemia; no hubo en realidad variantes de comportamiento ciudadano. Ganó el abstencionismo.
Calificadas como extraordinarias por haberse suspendido en medio de la pandemia, Coahuila e Hidalgo no sorprendieron en cuanto a las estadísticas que colocan a México con un 41 por ciento de abstencionismo; calificando dentro del ranking de países latinoamericanos con mayor índice en este fenómeno electoral.
Tomando en consideración que en elecciones intermedias la ausencia de votantes en las urnas sube a 47 por ciento, en realidad la lección que deja a los partidos los resultados de estos dos estados podemos medirlo en su exacta dimensión.
De acuerdo al Programa de Resultados Preliminares (PREP) del Instituto Electoral de Coahuila, con el 100 por ciento de actas computadas se registró una participación ciudadana de 39.38 por ciento, lo que reflejó más del 60 por ciento de abstencionismo.
En Hidalgo fue de un 48 por ciento, cifra que está un punto arriba de la media nacional.
En ambos estados gobierna el PRI, lo que sin lugar a dudas le va una bocanada de oxígeno a quienes lo habían sepultado después del seis de seis de Morena en el 2018.
Sin embargo hay datos que hay que tener en cuenta.
En las elecciones intermedias tradicionalmente salen a votar las mujeres, los rangos de edad del abstencionismo fluctúa entre los 19 y los 34 años en ambos sexos, lo que significa que es una elección de adultos en su mayoría.
Votan además las zonas suburbanas y rurales en mayor participación de las zonas urbanas.
Con estas lecturas, ¿qué espera a Tabasco en la elección del 2021?
Exacto, querido lector: voto duro.
En el edén el nivel más alto abstencionista se registró en el 2009, sumando un 59 por ciento; en términos generales ha registrado en las elecciones de este siglo un promedio de 40 puntos en elecciones intermedias, destacando que en estas últimas elecciones hizo su aparición el famoso “voto de castigo” contra el PRI.
La participación ciudadana en Tabasco registró un histórico 70.03 por ciento en el 2018, por lo que en el 2021 el abstencionismo amenaza con desplomar estas medidas de repetirse la tendencia de resultados cuando Andrés Manuel López Obrador no aparece en la boleta.
Independiente al conflicto interno de tener dos dirigencias en Tabasco y una dirigencia nacional en conflicto, de cara al proceso electoral del 2021, Morena en Tabasco estaría contra reloj en cuanto a la reorganización de su voto duro que en su último registro ante los órganos electorales -actualmente está a revisión- alcanzó los 210 mil afiliados.
En el caso del PRI reconoció el registro de cuando menos 155 mil seguidores, 40 mil menos de los que votaron a su favor en las elecciones del 2018.
En el caso del PRD cuyos votantes fueron 189 mil en el 2018 (segunda fuerza electoral), el último de sus registros anunciados por su ex dirigente estatal, Darvin González Ballina, oscilaba alrededor de los 56 mil en el 2020.
Así las cosas, tomando en consideración que el listado nominal registra un millón 668 mil electores, de repetirse la tendencia abstencionista de un 40 por ciento sumarían cerca de 667 mil votantes que estarían decidiendo la elección intermedia.
Si es mayor la capacidad de organización interna de partidos para sacar a su gente a votar el próximo mes de junio, es lo que definirá la elección.

KYBALIÓN.- La clase política en Morena responsabilizó a su dirigente nacional interino, Alfonso Ramírez Cuéllar, de la derrota sufrida en las elecciones de Coahuila e Hidalgo.
Morena no tiene dirigencias formales en esos dos estados, por lo que sus candidatos participaron descobijados.
El pleito en Morena pues sigue generando puntos en contra para el partido del Presidente. A dos meses de elegir candidatos, se resuelva o no el tema de la dirigencia nacional, realmente llegan al proceso electoral intermedio con el tiempo en contra y muy al estilo coahuilahidalguense: descobijados.