07/12/201800:00:38

“Beto”, la gran ausencia

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Lo quería mucho. Lo respetaba. Lo admiraba y reconocía por su lealtad, sus convicciones, su irrenunciable y creciente apego al trabajo, por su disciplina, eficiencia y resultados. No eran muchas las personas que, como él, gozaban de su absoluta confianza. Ya lo habría designado, ahora, secretario particular o, por qué no, súper delegado en Tabasco, su tierra natal, la de sus amores, sueños y realizaciones.
Fue su amigo toda la vida. Desde jóvenes hasta que la muerte lo sorprendió en el Distrito Federal, el 13 de marzo de 2013, siendo director de Patrimonio Inmobiliario. Ese día lloró Andrés Manuel López Obrador quien expresó en su cuenta de twitter un profundo pesar. Se le quebró el alma. Había muerto “Beto”, el aguerrido Alberto Pérez Mendoza, director del periódico “El Revolucionario Tabasqueño”, organo de difusión del Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional…
El cumplido director de Información del gobierno del ingeniero Leandro Rovirosa Wade, recomendado por él. El hombre clave en el terreno logístico durante el Éxodo por la Democracia, concentraciones en la Plaza de la Revolución, marchas y bloqueos de pozos petroleros. Hombre útil y necesario en el planteamiento de estrategias de lucha y movilización ciudadana.
Beto fue y representó muchas cosas en la siempre ascendente carrera de Andrés Manuel. Hoy ya no está. De no haber muerto, Andrés lo habría requerido como uno de sus colaboradores más cercanos, como su “mano derecha”, fundador en Tabasco, a su lado, del Frente Democrático Nacional, del Partido de la Revolución Democrática, coordinador de su campaña en 1988 como candidato al gobierno del Estado, después, en el ámbito nacional, en 2006, coordinador de defensa del voto en su primera salida con destino a la presidencia de la república.
Periodista, abogado por la UJAT, Amigo, fue fundador junto con intelectuales y reporteros, así como primer director, del diario “La Verdad del Sureste”, que abrió el camino en Tabasco a la prensa opositora, un valladar al regimen priista de férreo control y censura sobre los medios. Beto fue el primer diputado local del Sol Azteca, después alcanzaría la presidencia de su partido en el municipio de Centro
El presidente Vicente Fox Quesada, supo del conocimiento, inteligencia y habilidad de Alberto Pérez Mendoza, nuestro bien amado y recordado Amigo Beto, que siguió con total interés, en 2005, el famoso affaire del desafuero del entonces jefe de Gobierno, orquestado por el guanajuatense. Beto, escribieron los cronistas, operó inteligentemente la defensa de su jefe, primero auxiliándolo durante la redacción del discurso pronunciado en la Asamblea, luego compactando un grupo de juristas que se encargarían de enfrentar y frenar la embestida del gigantón cocacolero.
En 2012, cuando Andrés salió del PRD, Beto lo sigue y coordina en varias entidades el naciente Movimiento de Regeneración Nacional, MORENA; sobresaliendo el trabajo efectuado en el cercano Yucatán en donde organizó y puso a funcionar decenas de comités municipales y consejos distritales.
Que alguien pudiera asegurarlo, Andrés no tiene a la fecha, a partir del deceso de Beto, un colaborador tan cercano como él desaparecido, un compañero de tan alto nivel de lealtad en las buenas y en las manos, en los momentos felices y en los más difíciles de su vida..
“Estoy muy triste por la muerte de mi compañero de lucha por más de 36 años... Es mi amigo más entrañable de Tabasco, con quien conviví más tiempo”, dijo Andrés el 13 de marzo de 2013.
“Cuando estaban velando a Alberto –Carlos, su hermano, dixit-, llegó Andrés. Se quedó viendo el cadáver y dio un golpe en el ataúd. ¿Por qué? Quiso llorar..… Se dio la vuelta y se fue”.
“Beto”, fue un auténtico producto de la cultura del esfuerzo, con ella nació en la modesta panadería de Don César, su padre, “La Providencia de Dios” en la Avenida 27 de Febrero y con ella murió víctima de un derrame cerebral desempeñándose como celoso guardián de los bienes del Distrito Federal.
Su hermano Carlos, contó que durante una toma de pozos en Nacajuca –cuando encarcelaron a Dorilián Díaz Pérez, Darwin González Ballina, Pedro Landero, Armando Padilla Herrera y a varios más y a Andrés lo hirieron en la cabeza de un garrotazo-, Alberto estaba en su casa en comunicación telefónica… Y que le dice su mamá: -¿Y tú qué haces aquí? Vete a apoyar al licenciado y si lo van a meter preso, te vas preso tú también… Y Alberto obedeció.
Obedeció y cumplió siempre el íntegro colaborador y Amigo “Beto”. Hoy, es el gran ausente en el primer equipo de colaboradores del presidente de la república, licenciado Andrés Manuel López Obrador; no obstante, estará siempre presente en su recuerdo y en su corazón, lo mismo que en el recuerdo y el corazón nuestro.