12/10/201800:00:53

Centro: Del perdón a la gloria

12/10/201800:00:53

No regó con sus lágrimas los pies del Señor ni los enjugó con su cabello ni los ungió con un vaso de alabastro lleno de perfume de gran precio… Pero juró que no andaría más en malos pasos y fue así que entró al Reino para gozo y deleite.
-Harás el bien en adelante. Nada atormentará tu corazón porque has sido perdonado y probarás la miel y las hojuelas abundarán en tu mesa.
Los discípulos se enojaron y preguntaron: -¿Para qué esto? ¿Qué hace el Señor si lo reprobó antes?
–Si fuera profeta sabría que este hombre es pecador…
-Tenia temores porque no era querido más en casa y vino al Señor, pues sentía muchas culpas y penas…
-Pero es que son muchos los pecados que le han sido perdonados, se hablará de ellos por siempre, para memoria suya…
-¿Por qué lo molestan? El Señor ha hecho una obra buena... Todo el mundo sabrá que lo ha perdonado y se tendrá como bueno.
-Síííiiii… Todos necesitan de la redención.
La condición natural del hombre -la Iglesia, dixit -y de algunos políticos, agregamos-, se caracteriza por la culpa, por el pecado. Ser redimido, entonces, según el Libro, es ser perdonado, santificado, justificado, bendecido, liberado, adoptado y reconciliado.
-Todo eso ha hecho el Señor con el pecador. Este hombre que ha sido perdonado, no estará más bajo la esclavitud del pecado. Redimir es comprar; la redención es la compra de la libertad de quienes viven en esclavitud por el pecado, por eso el perdón del Señor tiene un hondo significado.
Las filas morenas están llenas de ex “cautivos”, quienes por ningún mérito propio se encuentran libres y perdonados. Muchos pecadores han sido convertidos en santos. No sorprende que canten un nuevo cántico, de alabanza al Redentor, que podría ser inmolado como Jesús, que pagó el precio por redimir a su pueblo. Ojalá y no.
De los 15 presidentes municipales de MORENA, quizá sea –es- Evaristo Hernández Cruz, ex priista de prosapia de 57 años de edad, ex diputado local y ex aspirante a la gubernatura del Estado, alcalde de Centro por segunda vez, pasados tres trienios de la primera (2007-2009), el más obligado a cumplir sus compromisos y a sacar adelante el municipio, por cierto maltratado durante la cuestionada gestión del nieto del ingeniero Leandro Rovirosa Wade “y amigos que lo acompañan”.
Como ninguno -a pesar de que como el repiten cuatro más, sólo uno miembro del Partido de la Revolución Democrática, PRD-, conoce los problemas de la demarcación y posee la experiencia suficiente para diseñar y aplicar las mejores estrategias para resolverlos, si no totalmente, sí paliarlos, sí atenuarlos.
Ello, además de sus especiales relaciones políticas y amistosas bien cimentadas a lo largo de los años con gente destacada en la función pública que de su antigua casa priista, pasó a otros partidos, varios señalados ya como futuros secretarios del gobierno de Andrés Manuel, su indulgente y comprensivo salvador.
No sería menos, para cumplir con cabalidad la palabra empeñada, su relación de confianza actual, superados inteligentemente espinosos problemas iniciales al arribar al cuartel guinda, con el gobernador electo Adan Augusto López Hernández, hombre de carácter y bien definidos propósitos.
Un hombre, amable lector, como manifiesta con frecuencia él mismo -reconciliación, igualdad y desarrollo son sus políticas prioritarias-, dispuesto a abrir y apretar su diestra con la de todo tabasqueño que se respete y desee sumarse para bien, no para mal, que se comprometa, no que pretenda componendas, que se alíe con decisión y conciencia para sacar adelante a Tabasco y permitirle a sus poco más de dos millones de habitantes, mejorar sus deplorables condiciones de vida actuales.
De Evaristo Hernández Cruz, alcalde por segunda vez, se espera buenos resultados con base en la experiencia e importancia de su primera vez y de las inmejorables circunstancias que lo acercan, que lo identifican, que lo impulsan con el próximo presidente de la república, su salvador, y con el próximo gobernador del Estado, su padrino de comunión y probable canonizador.
Siete ejes rectores integran su ambicioso programa de trabajo: Seguridad, Mejoramiento de Redes de Agua Potable, Drenaje y Alcantarillado, Alumbrado Público, Imagen Urbana, Vialidades y Empleo. Sea para bien, Santo Evaristo. Centro merece eso y más.

gmohubner@hotmail.com