16/01/201805:00:49

Laudos, crimen y castigo

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Como no había precedentes, pecaron de negligencia el ex alcalde de Paraíso, Jorge Alberto Carrillo y el actual munícipe Bernardo Barradas, quien también pretendió endosar a la siguiente administración el pago de resolutivos laborales a favor de empleados del ayuntamiento, despedidos injustificadamente.

En consecuencia, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó la destitución y consignación de 10 regidores, entre ellos el alcalde Barradas Ruiz, de los directores de Programación y Finanzas, al igual que la consignación de 10 ex regidores, entre ellos al ex munícipe Carrillo Jiménez.

De acuerdo con el Diccionario Jurídico Mexicano de de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (escrito por Santiago Barajas Montes de Oca) un laudo laboral es un resolución de equidad que pronuncian los representantes de las juntas conciliación y arbitraje cuando deciden sobre el fondo de un conflicto de trabajo.
El caso que provocó la caída y consignación del alcalde y ex edil paraiseños fue el despido injustificado de 23 burócratas del ayuntamiento, desde trienios atrás, pero que ellos al frente de la institución debieron acatar en el pago de los salarios caídos y la reinstalación.
Ese es el crimen que no cometieron, pero al no cumplir con el fallo dictado en 2012 se llevaron el castigo por desacatar la orden de la SCJN.
Otra implicación es la electoral, pues Bernardo Barradas era nuevamente el precandidato del PRD a la alcaldía de Paraíso. De ahí la denuncia de ayer del diputado verde Federico Madrazo Rojas de que hay resistencia para que el Congreso local quite el fuero y por ello solicitará se proceda en congruencia con lo dictado por el máximo tribunal del país.
Así como nadie le advirtió al ex alcalde Bernardo Barradas Ruiz que con la Suprema Corte de Justicia de la Nación no se juega, alguien debe poner sobre aviso a los diputados locales sobre el riesgo que corren si no quitan el fuero al paraiseño.
Trasciende que siguen en la lista para ser destituidos por el mismo motivo de los laudos, en primerísimo orden el todavía alcalde de Macuspana, ya expulsado por su partido el PRI, José Eduardo Rovirosa Ramírez; de Jalpa de Méndez, Francisco Cabrera; de Cárdenas, Rafael Acosta León y de Nacajuca, Francisco López.

TIEMPO FUERA.-
Ahora lo que sigue es desenmascarar a la mafia que se lleva las millonarias ganancias de los laudos, formada por abogados, funcionarios municipales y autoridades laborales, en detrimento de recursos que deberían ser destinados a obras sociales.