01/07/201905:00:27

Los pies de la pobreza

01/07/201905:00:27

La pobreza es un hecho lacerante de que parecen alimentarse, paradójicamente, las estadísticas.
Estas, frías como son, abstractas, suelen contrariar en lo general a la realidad progresiva que nos mide a cara de…cruda verdad. Nada qué ver con progreso.
En efecto, la pobreza es realidad, concreta, que a nadie agrada como tal, pero a la que no debemos sustraernos haciéndonos los desentendidos o cosa por el estilo.
Con negar la pobreza, por sí misma, no disminuye un jeme. Está y ha estado, muy a nuestro pesar.
Ignorarla es tanto o peor que darse golpes de pecho, pensando que los males de la tierra se curan pidiendo semillas de mostaza nada más al cielo, para cosechar silencio.
Es localizable, añadiendo a métodos oficiales el deseo de encontrarla y compartirla en su existencia: carne propia y espíritu de tantos y tantos seres humanos, quienes heredan el mismo nivel de vida en que, después de varias generaciones, parece no cambiar nada de nada: de padre pobre, hijo pobre, y así la cadena.
Sentirla, para entenderla siquiera sea una pizca.
A partir de ese pequeño gesto, podríamos variar poco a poco la actitud de combatirla que no trae resultados al presente histórico: a lo que fue y a lo que es.
Combatir la pobreza parece provocarla.
Hacer el bien, acertar en el propósito, va aparejado a la condición necesaria de destinarlo a quién y quiénes están necesitados de ese bien.
Llevar el bien a la persona que tenga recursos para subsistir, es torcer el papel haciendo de ese bien el mayor daño social, prefabricando pedigüeños.
No creo que la pobreza en Tabasco llegue a ese extremo, Dios. Tampoco que no lastime su estancia en cada municipio, colonia, ranchería, ejido.
Pero el punto de exagerarla es el mismo punto que reducirla en su tamaño de principio a fin.
Cuántos sexenios han pasado y, sin embargo, la pobreza no deja de ser sino doloroso pendiente, a espera del adecuado trato que pueda disminuirla gradualmente.
Basta llegar a una vivienda urbana o rural en cualquier sitio, para advertir que la pobreza está en los pies y los ojos de niños descalzos y polvorientos de cuerpo entero…como si nada, mientras las estadísticas frías siguen teniendo tela de donde cortar.