22/03/201800:01:01

Mónica, los costos electorales

22/03/201800:01:01

Se ha dicho muchas veces que las elecciones en nuestro país son las más caras del mundo, a partir de que sus partidos políticos, con la fuerza política en el poder por delante, han derrochado esfuerzos para generar la suficiente desconfianza entre ellos y ante la ciudadanía.
Esa es la causa de los numerosos y costosos candados como la credencial con fotografía y sus seguros, la cinta indeleble, las boletas difíciles de clonar, los consejeros y representantes de casilla ciudadanos, etc.
La trampa y la ilegalidad es el nombre del juego en los comicios mexicanos que incluye la compra del voto a través de especie o directamente con un monto económico.
Es la compra de conciencias, el tráfico del hambre y la necesidad de los sectores desprotegidos, cuando ya no alcanzan los programas clientelares, como Prospera, 70 y más, etc.
La candidata a senadora por Morena Mónica Fernández Balboa lamenta que se haya retrocedido en la duración del proceso electoral, pues ya se había logrado que los comicios federales fueran de 60 días y los locales de 45, para regresar ahora a los 90 y 75 días, respectivamente.
Considera la ex diputada federal que es un exceso en tiempo que el proceso electoral se lleve medio año entre las precampañas, la intercampaña y las campañas formales. Además del costo económico, pues las precampañas tienen un financiamiento público casi similar a las campañas finales.
Le asiste la razón a la política teapaneca, pues agregaríamos que tal parece que los partidos políticos acordaron ese tiempo para inventar candidatos en la precampaña, posicionarlos en la intercampaña y parecer hacerlos ganar en las campañas.
Cualquier similitud con la invención político-electoral estrella del actual proceso: José Antonio Meade Kuribreña, es mera coincidencia. Apuestan a que les dé resultado a los dueños del país, como ocurrió con Vicente Fox en el 2000 y con Enrique Peña en el 2012. Por ahora las encuestas dicen que no, con el tercer lugar de las preferencias para el aspirante tricolor. Mónica Fernández pone por delante su congruencia en la defensa de los intereses nacionales y de los ciudadanos. Recuerda que con una veintena de diputados federales y otros senadores dieron la pelea para evitar en el primer intento la Reforma Energética, sin tener la mayoría en el Congreso de la Unión, pero sí con el apoyo de las organizaciones sociales.
Ahora hace un llamado de alerta a un nuevo intento de privatizar el agua que pretenden lograr en el segundo periodo de la legislatura de la Cámara de Diputados Federal, para ser concesionada a nivel nacional al grupo Higa, cercano a los intereses de quienes ahora gobiernan nuestro país.
Solo hay que recordar dos minucias de las millonarias transacciones de este consorcio: la fallida “Casa Blanca” de 80 millones de pesos de la familia presidencial y la casa de Malinalco de 7.5 millones para Luis Videgaray, quien a decir de la candidata a senadora por Morena Fernández Balboa, es quien concentra el poder del gobierno federal.

TIEMPO FUERA.-
Tan perdidos se sienten a nivel nacional los priistas que pretenden llevarse de consuelo además del petróleo otro negocio más, el agua. Sin embargo, el vital líquido no es el petróleo y se llevarán una derrota en su pretensión de adueñarse de este recurso natural que es también un derecho humano. En las urnas se plasmará su costo político para priistas y perredistas que apoyaron esta traición al pueblo mexicano.