07/04/202023:58:35

Pandemia, la miseria humana

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Diseñado, deliberado o no, después del Covid-19, considerada la tercera guerra mundial por el número de muertos acumulados y la brutal pérdida económica que viene en la mayoría de los países del orbe, serán las grandes potencias las que marcarán como siempre el nuevo destino de la humanidad.
La pandemia a mitad del camino exhibe ya varios aspectos internacionales, nacionales y personales:
1.- La dependencia económica de nuestro país. El aceleramiento de China para ocupar más pronto de lo calculado el lugar de los Estados Unidos con un futuro incierto para México que depende en un 80 por ciento de sus exportaciones con el vecino del norte. Los asiáticos venden todo y compran poco.
2.- Nuestra endeble economía con un 50 por ciento de informalidad, es vulnerable a pandemias, catástrofes naturales y reacomodos comerciales y económicos internacionales.
3.- El raquítico sistema de salud nacional heredado por las administraciones priistas y panistas, especialmente estos últimos que tuvieron un docenato para mejorarlo y en su lugar lo socavaron para privatizarlo, carece de capacidad de respuesta ante cualquier emergencia médica masiva en instalaciones, personal capacitado y laboratorios propios para generar medicamentos.
4.- La dubitativa estrategia de confinamiento estuvo condicionada por la economía informal de la que dependen millones de mexicanos. Por ello la difícil decisión de establecer un estado de sitio para detener de tajo la pandemia. La mitad de la economía formal no puede mantener al otro 50 por ciento. La estrategia de “aplanar” la pandemia permitirá atender en las endebles instalaciones hospitalarias a los contagiados graves, pero también que quienes viven al día sobrevivan como puedan. México no tiene los miles de millones de dólares de los Estados Unidos, Canadá, los países asiáticos y los miles de millones de euros de las naciones europeas, para rescatar nuestra planta productiva. El daño es aún incalculable.
5.- La explicable pero lamentable tolerancia gubernamental para transitar por las calles a personas que no tienen una actividad esencial, se convierte en una irresponsabilidad social colectiva, en unos estados más o menos que otros.
6.- El confinamiento exhibe la decadente institución familiar otrora fortaleza de la sociedad mexicana. La familia, los hijos y las parejas no son suficientes motivos para permanecer en el hogar devenido a dormitorio y merendero. La disfunción y la violencia intrafamiliar están presentes. El bajo nivel cultural con un promedio de dos libros leídos anualmente por los mexicanos y los tabasqueños no contribuye a contener en la casa común a los integrantes familiares.
7.- Las redes sociales enajenantes y plagadas de noticias falsas están desbordadas por los actores políticos oportunistas -expertos ahora en pandemias y rescates económicos- en su miserable confrontación preelectoral.
8.- Los ciudadanos de a pie carecen de organizaciones sociales articuladas, ordenadas que presenten una demanda coherente ante la crisis económica, como la tienen los empresarios con sus cámaras y los políticos con sus partidos.

TIEMPO FUERA.- El presidente Andrés Manuel López Obrador tiene el más grande reto de su sexenio, no presupuestado, que permitirá a los mexicanos constatar si acertaron o erraron con su voto del 2018. De Morena ni hablar, solo es un movimiento integrado en su mayoría de improvisados políticos que desaparecerán con la partida político-electoral del oriundo de Tepetitán. Así le ocurrió al PRD.

sfernandez@ddt.mx