17/07/201800:00:20

Tabasco, la justicia amlista

17/07/201800:00:20

Del llamado crisol, de los muchos México por su diversidad cultural, étnica, religiosa, climática, se puede agrupar en tres regiones su nivel económico: el norte, al altiplano del centro y el sur-sureste, la zona más rezagada del país.

Tuvo que llegar un presidente de la República originario de esta olvidada región con siete estados: Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Yucatán, para que se afiance la esperanza de que se emparejarán las cuentas de la calidad de vida con el resto de las entidades del país.

Del desarrollo industrial del norte, el avance académico, la concentración administrativa y de servicios del centro, le quedó al sur con excepción de Yucatán ser el abastecedor de materias primas, de los recursos energéticos.

Ciertamente los estados del centro y norte del país no son responsables concretamente del subdesarrollo de Tabasco. Son dos corresponsabilidades las causas: las políticas nacionales de los consecutivos gobiernos federales y lo que dejamos de hacer o hicimos mal en Tabasco a través de los años por parte de las administraciones estatales, el sector empresarial, los centros de educación superior, los partidos políticos y la sociedad en general.
Ayer el presidente electo Andrés Manuel López Obrador estuvo Villahermosa. Quien será el primer mandatario Tabasqueño se tomará unos días de descanso y con escala en su casa en la capital del estado, visita a su natal Tepetitán y su quinta en Palenque, Chiapas.
Al arribar al aeropuerto ratificó lo prometido en campaña: “ha llegado la justicia para Tabasco y para el Sureste, que ha sido la región más abandonada. Imagínense, va a ver un presidente de la República tabasqueño, choco, habrá garantía, llevo a Tabasco prendido en el corazón”.
El próximo mandatario de la nación precisó que su gobierno atenderá todos los problemas del país, pero se le dará la atención especial que nunca ha tenido a la región del sureste.
Concretamente: “vamos a resolver esa deuda con la CFE en todo lo que tiene que ver en el uso de la energía eléctrica, es mi palabra, lo vamos a resolver, pronto vamos hablar de eso”.

TIEMPO FUERA.-
René Juárez Cisneros renunció ayer a la dirigencia del PRI nacional con una severa autocrítica partidista: pecaron de soberbia. Seguro se refería a los tecnócratas que se apoderaron desde hace años del tricolor con los nuños por delante al ganar solo siete de 300 diputaciones federales de mayoría. ¿Quién reestructurará, refundará o reinventará al desprestigiado PRI? Los políticos o los tecnócratas? Cuenta la leyenda que Carlos Salinas tiene la palabra.

sfernandez@ddt.mx