15/07/201901:56:23

Texas Uno de los Principales Productores de Hidrocarburos

15/07/201901:56:23

Quién iba imaginar que con la separación de Texas de México y su anexión a los Estados Unidos a mediados del siglo XIX, se estaba cediendo una región que en el siglo XXI se convertiría en el tercer productor más grande del mundo de hidrocarburos, solo después de los gigantes petroleros de Arabia Saudita y Rusia.
Este salto tecnológico y productivo que ha permitido a Estados Unidos rebasar los 10 millones de barriles diarios, frente a los 5 millones que producía en 2005, tiene como epicentro la Cuenca Pérmica localizada entre Texas y Nuevo México.
También conocida como la pequeña Arabia Saudita de los Estados Unidos, la Cuenca Pérmica produce más que Venezuela e Irán juntos, ambos integrantes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). La oferta petrolera de Estados Unidos derivado de su producción de shale oil, que supera los 8 millones de barriles por día, está cambiando el tablero geopolítico en el mercado petrolero internacional desmantelando el control que ha ejercido dicha organización petrolera por décadas.
El citado yacimiento alcanzó en 2018 una producción de 3.3 millones de barriles diarios y se espera que para el cierre de 2019 llegue a 3.9 millones de barriles; es decir, en el presente año tiene contemplado un aumento de 600 mil barriles, lo cual le ha permitido a Estados Unidos pasar de importador a exportador, condición que estaba prohibida hasta el año 2015, como una medida de seguridad nacional. De igual manera, ha hecho posible poner en marcha 300 proyectos petroquímicos.
Esto ha reducido el costo del gas al pasar de un precio de entre 7 y 10 dólares por un millón de BTU, a tan solo 3 dólares. El mercado natural del gas barato de Estados Unidos es México, del cual dependemos en más del 90 por ciento para satisfacer las necesidades de nuestra economía; y a diferencia de nuestro vecino del norte, nuestra producción de 2010 a 2017 se redujo de 4,930 a 3,052 millones de pies cúbicos diarios (MMpcd), producción equivalente al 19.67 por ciento de la producción de gas shale en Texas.
Expertos como el académico Adrian Duhalt advierten que el acceso a gas barato, puede terminarse en la primera mitad de la siguiente década derivado de una mayor demanda en el mercado estadounidense y el aumento de su capacidad de exportación a través de plantas de licuefacción y nuevos gasoductos, para lo cual Donald Trump ha firmado ordenes ejecutivas para agilizar las nuevas construcciones.
Este fenómeno energético que sucede en nuestra frontera norte, demandan a todos los actores involucrados en el sector energético mexicano un análisis profundo y responsable con base en datos técnicos y científicos que permitan un debate documentado e inteligente para aprovechar de manera sustentable nuestro potencial energético, convirtiéndolo en una verdadera palanca de desarrollo.

www.manuelrodriguez.mx