Duplican funciones oficinas federales

Admin
11/02/201900:00:34

Habría ahorro de recursos si se eliminan instalaciones, equipos y burocracia al compactar o desaparecer las dependencias, señala Salvador Cosío

Debido a que las delegaciones federales participan en una duplicidad y triplicidad de funciones con los tres niveles de gobierno, se debe dar su unificación e incluso desparecerlas, plantea el analista Salvador Cosío Gaona.
El presidente de Conciencia Cívica, A.C. y ex candidato a la gubernatura de Guadalajara por el PVEM, argumenta que los programas federales los deben aplicar los gobiernos estatales y ejemplificó el exceso de burocracia en las dependencias de apoyo al campo, con la presencia de la Sagarpa y sus contrapartes estatal y municipal.
Señala que los programas se cruzan entre sí, duplicidad de funciones, mayor burocracia, más gente haciendo lo mismo, con gasto en instalaciones y equipos y se pueden evitar con la desaparición de las delegaciones federales.
Considera que con esta propuesta se pretende eficientar el esfuerzo y el recurso para que no exista demasiado personal administrativo, para que no se dupliquen funciones, y para que además de optimizar los procesos se ahorre dinero que se pueda reinvertir en mayor aportación a los programas federales, estatales y municipales. Por ello se debe eficientar el personal, crear gabinetes o coordinaciones donde las Secretarías que tengan que ver con las áreas de intervención funcionen bajo un solo mando en regiones específicas para evitar duplicidad de personal.
Debe darse también, una revisión para que dejen de haber delegaciones y subdelegaciones; y revisar si se necesitan oficinas regionales que sea una sola y esté estratégicamente situada y no simplemente crearlas para brindarle un empleo a los amigos de quien gobierna o a quienes gobiernan.
Por ello, plantea que lo conveniente sería transitar hacia un modelo como sucede en Salud, que el delegado de la Secretaría del ramo es el propio secretario de Salud en el estado, y con ello se eficienta el desempeño; ¿Para qué tener programas que se compiten o se cruzan entre sí?, ¿Para qué crear más instancias burocráticas? ¿Para qué duplicar funciones?, destaca.