“No voy a olvidarme de Tabasco, de mi tierra… vamos a cumplir”

Admin
19/05/201923:13:18

Estudiantes de la Normal, trabajadores de Salud y de Educación solicitaron al Presidente su ayuda para ser reinstalados en sus trabajos

Ejido Arroyo El Triunfo, Balancán, Tab.- Entre melancolía y entusiasmo el Presidente Andrés Manuel López Obrador recordó aquí a uno de sus mejores amigos dentro del “éxodo por la democracia” de 1994.
“La Guaracha, ese sí sabía convocar al tigre… se nos adelantó, pero por eso no podemos fallarle. Pero mejor no les sigo diciendo porque ustedes saben de qué estoy hablando”… Y sonrió.
En medio de aplausos y consignas de estudiantes de la Normal que llevaron pancartas y gorras con el slogan “Me canso ganso”, el Presidente abrió su pecho “que no es bodega” -dijo- para Nabucodonosor García Reyes y Víctor Gómez Narváez, comisariado ejidal.

Al primero porque le ganó el corazón: “Gracias a este apoyo mensual de 5 mil pesos. ¡Ah! y ahora comemos bisteíto, frijol del bueno, no frijol con gorgojos, como antes…”.
Al segundo por practicar una política humanista, dando en comodato 70 hectáreas a viudas y madres solas, a fin de poder recibir el apoyo de 5 mil pesos del programa “Sembrando Vida”.
Arroyo es una de las pocas comunidades a las que no ha llegado un Presidente de la República y desde aquí respondió a maestros -que con pancartas solicitaron reinstalación sobre la carretera- y a los trabajadores de Vectores de la Secretaría de Salud -que también protestaron- cuando le solicitaron intervención:

“Vamos a regularizar también a trabajadores de la Salud que están contratados por contrato o de manera eventual, van a tener sus plazas; pero también quiero decirles, porque siempre digo lo que pienso, mi pecho no es bodega, quiero decirles que todos nos tenemos que portar bien, todos a portarnos bien, nada de que vamos a estar ahí cobrando sin trabajar, eso es una vergüenza”, remarcó.
En ésta su sexta visita a Tabasco, la logística del Presidente ya aprendió a organizar “pódiums”, luego de cinco anteriores con el sol a sus espaldas.
Esta vez a la sombra y con corriente de aire agradable, el Presidente fue entusiasta y directo: “Ya llegó su tiempo al Sur, al Sureste y al Plan Balancán-Tenosique, y los vamos a sacar del abandono al que lo tuvieron confinados gobiernos anteriores… no voy a olvidarme de Tabasco, de mi tierra… vamos a cumplir todos los compromisos, no voy a fallarles”.
Pero antes, el jefe del Ejecutivo fedetral solicitó todo el respaldo de la gente a su proyecto de gobierno: “El Gobierno no estaba preparado… sigue siendo un elefante reumático, mañoso”, acusa. ¿Me van ayudar a empujar al elefante?”, solicitó el presidente.
¡Siiiiiiii!, confirman.

El último rincón de la patria, cerca de Guatemala, a más de cuatro horas y media y 275 kilómetros de la capital, hay calor, pero agradable. Nadie suda, el Presidente se va alejando en medio de un tumulto de gente que le sigue gritando: “¡Es un honor estar con Obrador!”.
Y los carteles de las chicas de la escuela Normal vuelven a aparecer: “AMLO, eres puro veneno para las ratas”.